La adicción a la prostitución, al sexo, o a la pornografía no se caracteriza por el exceso, ni por el tipo de sexualidad de una persona.
Se caracteriza por el desarrollo de una dependencia con sus criterios tradicionales:
– pérdida de control sobre su conducta sexual
– continuar a pesar de las consecuencias negativas: adicciones sexuales, sexualidad compulsiva o conductas sexuales excesivas.