Probablemente nos resulte difícil imaginar el hecho de pasear libremente por las calles de la ciudad de Granada sin llegar a percibir olor a plantas de marihuana (cannabis) y «porro». Precisamente en Granada, los niveles de producción y consumo de cannabis han llegado a niveles muy elevados, ocupando las primeras posiciones a nivel autonómico y nacional. Desgraciadamente esta sustancia está presente e integrada en la sociedad granadina, formando parte de la misma, siendo percibida como una sustancia inocua, natural, relacionada con propiedades terapéuticas y fácilmente accesible. Por tanto, es necesario desmontar todos los mitos entorno a esta, con intervenciones educativas dirigidas especialmente a la población juvenil y adolescente, desarrollando nuevas actitudes respecto al consumo y generando alternativas de ocio saludables.
Si nos fijamos en los datos de la última encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (ESTUDES 2016/2017), la edad media de inicio de consumo de cannabis se encuentra en los 14,8 años de media, situándose por detrás del tabaco y el alcohol. Aunque no existen diferencias significativas respecto al sexo de los jóvenes que se inician en el consumo, el cannabis es la tercera droga más consumida por los estudiantes, mostrando una tendencia estable con una prevalencia del 26,3%. Se observa un aumento del 0,9% del consumo en comparación a los datos que mostraba la edición anterior de esta encuesta.
En lo relativo al consumo, sí encontramos diferencias respecto al sexo; el cannabis está más extendido en hombres que en mujeres, presentando una prevalencia de consumo un 3,7% mayor. Esta encuesta también revela que ha habido un aumento de 23.700 estudiantes de 14-18 años que empezaron a consumir cannabis, respecto a su edición anterior. Tenemos además que señalar que el riesgo percibido referente al cannabis es bastante escaso, situándose por debajo de la mayoría de sustancias, únicamente superado por el alcohol y los hipnosedantes, siendo además percibida como la droga ilegal más disponible.
Volviendo al cannabis, la encuesta ESTUDES desglosa la prevalencia de consumos por Comunidades Autónomas y, aunque sitúa a Andalucía por debajo de la media nacional, queremos analizar esta cuestión con mayor profundidad. Para ello vamos a acudir a la información que nos aporta el III Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones (PASDA 2016-2021), en donde nos muestra que, en la última década, se estabilizan las prevalencias de consumo de las distintas sustancias psicoactivas en la población andaluza, sin embargo, en el caso del cannabis se mantiene una tendencia ascendente, y ésta se produce en unos niveles relativamente elevados. Respecto al porcentaje correspondiente a las admisiones a tratamiento, nos indica que de igual forma ha habido un notable incremento de la demanda por cannabis entre las personas menores de edad, pasando del 45,9% en el año 2003 al 86% en el año 2014.
A estos datos hay que añadirles los que nos refiere la encuesta que encarga la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, La Población Andaluza ante las drogas, en su decimocuarta edición, que destaca a Granada como la ciudad que encabeza la lista de prevalencias más altas de consumo de la Comunidad Autónoma, seguida de Sevilla y Cádiz. Igualmente, la percepción de riesgo respecto a esta sustancia es de las más bajas y es percibida como la tercera sustancia a la que es más fácil acceder, por detrás del alcohol y el tabaco.
Aunque los datos del informe de 2018 del Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones de la Diputación de Granada se corresponden con los usuarios que demandan tratamiento en este servicio, éstos nos ayudan a completar el retrato de la problemática señalando al cánnabis como la droga cuya edad media de inicio en el consumo es la más baja, situada en esta provincia en los 16,31 años de media. Le siguen el alcohol, en forma de primeros consumos, no de manera abusiva, que se sitúa en los 16,82 años de media, y el tabaco en los 17,73 años de media.
De la misma manera, los datos recogidos por el departamento de prevención de Proyecto Hombre Granada “PREVIA” refuerzan la hipótesis de que el consumo de cannabis en la ciudad es una cuestión que debe suscitar alarma. Un 69,51% de los jóvenes que atendemos es por problemas relacionados con el consumo de cannabis. La edad media de las personas que acuden a PREVIA con esta condición es de 18,66 años, habiéndose iniciado el consumo a los 15,38 años de media. Podemos trazar el perfil medio del usuario, siendo este mayoritariamente varón, con formación en educación secundaria, miembro de familia nuclear, con residencia en población urbana y presenta problemas conductuales, tales como conductas disruptivas un 38,6 % y violencia filioparental junto con conductas disruptivas un 22,9%. La mayoría muestra una situación de inactividad laboral 63,6% y un 29,1 % están desempleados.
Es también conveniente mencionar la aparición y multiplicación de establecimientos que asesoran y facilitan productos para el cultivo de cannabis, los llamados “GrowShop”. En estos comercios es posible tener acceso a numerosos artículos destinados a esta práctica tales como dispositivos de iluminación, productos para fertilizar, medidores de ph, aparatos de ventilación e incluso armarios y taquillas perfectamente equipadas. Puede resultar chocante que a pesar de que en algunos países el cultivo de cannabis de la variedad sativa es ilegal, los comercios de tipo growshop puedan vender todo tipo de utensilios y equipamiento requeridos para llevar a cabo el cultivo en interior o exterior, incluso semillas.
Además de todo lo presentado hasta ahora, entenderemos mejor la preocupante situación de la ciudad si nos fijamos en los datos que nos brinda la Fiscalía de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en el informe que publica en 2018, en el que ubica a la ciudad de Granada en la primera posición como la máxima productora de cannabis a nivel nacional. Según el informe, toda esta coyuntura ha ido evolucionando debido a una serie de circunstancias que favorecen el cultivo y tráfico del cannabis tales como la idoneidad geográfica y climática de la ciudad. Además, hace hincapié en que el cultivo de marihuana es percibido como una actividad con escasa amonestación a nivel social y que supone una significativa fuente de ingresos económicos, debido al beneficio que se obtiene de su cultivo.
Después de todo lo expuesto, resulta sencillo entender que desarrollar e implantar medidas preventivas eficaces que aborden el asunto del consumo de cannabis de manera directa, desde antes que se produzcan los primeros consumos, en la ciudad de Granada, se ha convertido en una cuestión ineludible y urgente. Es necesario diseñar intervenciones e implantar programas que favorezcan la concienciación acerca de esta problemática mientras se genera el desarrollo de nuevas actitudes respecto al consumo, de tal forma que deje de ser una cuestión normalizada y entendida como algo inofensivo.
ESCRITO POR:
M. Alejandro Cáceres Pérez
FUENTES:
– Memoria 2017 Proyecto Hombre Granada
– ESTUDES 2016-2017
– III Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones (PASDA 2016-2021)
– La población andaluza ante las drogas XIV (2017)
– Memoria 2018 Fiscalía de la Comunidad Autónoma de Andalucía
– Informe del Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones de la Diputación de Granada (2018)