Sólo por ti, que eres increíble…
Por otro lugar, por otros momentos,
sin tristeza, sin culpa, sin sufrimiento…
Sólo por ti, por tu esencia,
por tu propia historia
Miguel Ángel, es cierto que no siempre me sentí comprendida en este proceso. No todo iba a ser perfecto. Deseaba que mi liberación de este maquiavélico ser fuera real, sino de qué me servía. Pero me faltaban recursos y muchas respuestas para estar convencida. Nadie puede afrontar más que aquello cuya existencia ha aceptado primero. No podía salir de este vínculo traumático solo con buena voluntad. Siento habértelo puesto tan difícil en algunos momentos de desesperación. Has sido mi ser de luz.
El abuso psicológico, la agresión emocional, es tan compleja… Es tal el impacto invisible que deja, que uno se ve incapacitado a la hora de pedir ayuda. ¿cómo explicarlo? ¿cómo esperar que me crean si lo que duele es la autoestima, es la propia identidad, todo nuestro ser más íntimo y privado? No encontraba refugio ni en mí misma. Me hundía en la vergüenza por haber llegado y permitido una situación de este tipo. Me generé una desconfianza total hacia lo que podía creer y esperar de la vida.
A menudo sucede tan rápido y es tal la capacidad de encandilar y lograr lealtad hacia alguien que no posee ninguna, que resulta hasta paradójico. Algunas personas somos más vulnerables frente a gente así, porque ellos manipulan, engañan y mienten mejor, aún en encuentros personales e íntimos. Y nosotros decimos las alertas, desconectamos nuestra intuición y perseveramos, pese a esa sensación de nunca saber dónde está nuestro lugar.
El desdén, la conmiseración, la actitud condescendiente y perdona vidas, denigrando todo lo que eres, acusándote de experimentar emociones que la persona realmente ha provocado en ti, es algo devastador y lo es por una razón: viene de alguien en quien confías y a quien amas.
Las personas no se conocen hasta que se rasgan las máscaras. No siempre hay cosas buenas, ni siquiera neutras, a veces hay una estructura perversa que hace muchísimo daño y problemas que carecen de solución. Se genera mucha desconfianza, cambia la forma de apego, más ansiosa e insegura ante la posibilidad recurrente del abandono y emocionalmente te vuelves inestable y dependiente. Nadie tiene derecho a vulnerar nuestra persona, a pesar de nuestra baja autoestima, miedos o inseguridades. NADIE.
Tuve la mala fortuna de que me eligieran a mí. Me hizo presa de mi propio deseo de sentirme importante para alguien y destruyó aquello que me permitía verme como una persona valiosa.
Su última capa de la máscara fue hacerse pasar por víctima. De hecho, me envió aquí como si se tratara de un castigo (espero que te metan caña y aprendas la lección, me dijo).
Ni imaginaba lo que supondría para mí pasar este tiempo con vosotros. Ha sido estupendo conoceros, desafiarme/desafiaros, dudar, aceptar, modificar incluso mi propia consciencia y sobre todo recuperar la entereza para salir de este caos emocional; elaborando un duelo definitivo para que no volviera a colarse por ninguna grieta, poniendo también nombre al abuso psicológico y económico que sufrí durante años.
Este martes se puso en contacto conmigo, creo que hizo tanteos desde números desconocidos meses atrás. Fui curiosa, necesitaba probarme y leí los mensajes antes del descarte. Me preguntaba cómo me encontraba, por qué no hablaba nada con él, si estaba enfadada o lo odiaba y si es que me habíais comido el coco aquí. Dentro de su ansioso monologo afirmó que no me iba a molestar más y que hiciera lo que me diera la gana. Jajaja. Eso hago. Sinceramente, ni siquiera tuve que esforzarme por recordar lo que he pasado en estos meses para alejarme definitivamente de él. Surgió solo, ese “ya no”, “conmigo va a ser que no”.
Vanesa, nos costó ponernos en la misma sintonía, luego fluyó y ha sido estupendo. Gracias preciosa.
A mis compañeras les agradezco su apoyo incondicional, por el que siempre les estará agradecida.
Mil gracias por vuestro cariño, de verdad.
Fdo: Rachelle