QUÉ ES Y CÓMO SE USA
La heroína es una droga sintetizada a partir de la morfina, derivada a su vez del opio por lo que se incluye en el grupo de los opiáceos.
La heroína es una sustancia depresora del sistema nervioso central que atenúa o inhibe los mecanismos cerebrales de la vigilia y puede provocar, dependiendo de la dosis administrada, diferentes grados de inactivación (relajación, sedación, somnolencia, sueño, anestesia e incluso coma)
En cuanto a la vía de consumo, la heroína puede fumarse, inyectarse o inhalarse.
QUÉ OBSERVAR
Por la epidemia de los años 80, se ha asociado el problema de adicciones al perfil del heroinómano con gran desestructuración. Actualmente los perfiles han cambiado.
Muchas de las complicaciones que sufren los heroinómanos guardan estrecha relación con infecciones facilitadas por la inyección, como la falta de adecuados hábitos higiénicos, sanitarios, alimenticios, etc. y con la adulteración del opiáceo mediante productos tóxicos o perjudiciales (es usual encontrar azúcar molida, talco, lactosa, cacao, etc.). Ello justifica la gran incidencia en la persona de llagas, procesos infecciosos como hepatitis, neumonías, VIH…
La heroína tiene un alto síndrome de abstinencia con síntomas intensos
El consumo continuado de la heroína puede conducir a serios déficits en el ámbito social de la persona: la desestructuración familiar, situación de desempleo, ruptura de relaciones interpersonales, ausencia de recursos económicos, etc.
QUÉ HACER
En un inicio podéis solicitar una cita presencial en nuestra sede en el tf. 958296027. En esta cita os proporcionaremos una información pormenorizada sobre las posibilidades y recursos con que contamos en nuestra institución para dar respuesta al problema. Atendemos tanto a personas afectadas como a personas allegadas a éstas.
Hemos de tener en cuenta que no todas las personas tienen las mismas características ni se encuentran en las mismas circunstancias por lo que en un inicio en Proyecto Hombre Granada, se hace una evaluación del perfil de gravedad de la persona que determinará la propuesta de tratamiento posterior. Aunque existen otro tipo de intervenciones, básicamente los programas de tratamiento para adultos con que contamos son tres, dos ambulatorios y uno residencial. Además, llevamos a cabo una intervención específica con personas allegadas:
- Programa Nocturno de Apoyo: Destinado a personas que pese a la conducta compulsiva, se desenvuelven de forma autónoma y desarrollan actividades formativas o laborales que les estructuran el día a día. El tratamiento está programado para poder ser compatibilizado con estas actividades.
- Programa de Tratamiento Ambulatorio: Dirigido a personas que acuden inicialmente en una situación de mayor desestructuración en cuanto a pautas básicas de salud, sueño y que presentan mayor dificultad para la abstinencia. Asimismo, destinado a aquellas personas que inicialmente se encuentran en situación de desempleo.
- Tratamiento Residencial: Destinado a personas con perfil de mayor gravedad o con necesidad de una intervención terapéutica más profunda. Un periodo del tratamiento se lleva a cabo en régimen residencial.
En caso de cambio circunstancial o en base a necesidades de tratamiento, cabe la posibilidad de derivación de unos programas a otros.
- Apoyo y orientación a personas allegadas: Sesiones de seguimiento destinadas a apoyar y propiciar la estabilidad emocional de personas allegadas mediante la propuesta de estrategias y pautas de afrontamiento.
Para dar solución a ese patrón de compulsión por el consumo de personas que han desarrollado una adicción, es necesario identificar por un lado qué factores del entorno están asociados al consumo (P. ej.: círculo social vinculado al consumo, carencia de tiempo libre satisfactorio, estrés laboral, relaciones conflictivas, etc.) y por otro cuáles son los factores personales (P. ej.: insatisfacción personal, conductas de riesgo, factores biológicos, desorientación, funcionalidad del consumo, trastorno psiquiátrico, etc.). Los programas de tratamiento están destinados a identificar el mayor número de esos factores, a minimizarlos y a adquirir herramientas y habilidades para saber hacerles frente y lograr el equilibrio y la satisfacción personal. El fin último de cualquier tratamiento es la autonomía personal.